La importancia de tener una buena
postura no solo influye en la salud física, sino también en la salud mental.
Reflexiona sobre las diferentes sensaciones que experimentas en tu cuerpo en
momentos de felicidad, enojo, entusiasmo o depresión; comprobarás que no es la
misma postura la que adoptamos cuando estamos contentos, con plena
disponibilidad de acción, a cuando estamos desanimados y nada nos inspira. EN NUESTRA POSTURA SE REFLEJA NUESTRA ACTITUD
Y ÁNIMO ANTE LA VIDA.
Al
descubrir y eliminar patrones erróneos, así posturales como de movimiento,
podemos hacer progresos muy rápidos, aunque, para lograrlo, sean absolutamente imprescindibles tres actitudes
personales: una buena predisposición para responsabilizarse de uno mismo, la
puesta en práctica de nuestra imaginación y el interés por explorar nuestro
cuerpo.
EQUILIBRE, CENTRO POSTURAL, tiene en cuenta
las necesidades físicas y psíquicas de los alumnos, pero también estudia y
ahonda en las necesidades que el propio alumno no conoce todavía.
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